Your avatar

Archivo del blog

UNA MENDOCINA EN BUENOS AIRES.
Pasado de acequias. Presente de adoquines.

Mendoza.



Buenos Aires, el sabor del encuentro...

Buenos Aires(me encanta escribirlo sin abreviaturas), significa para mí el encuentro. El encuentro con el amor. El encuentro con una perspectiva distinta. El encuentro de las posibilidades. El encuentro de la visión de que sólo me encuentro en mi misma. Acá no soy nadie, allá tampoco. Acá puedo ser.






Mendoza, es como somos...


Soy mendocina. Eso no es algo que sólo tiene que ver con el lugar dónde nací, es algo presente en mi forma de ser. Es como soy.
 Mendoza pasó a ser una idea. Existe, sí, una parte en mi forma de ser y otro poco en el recuerdo de mi pasado, en imágenes de momentos, lugares y personas; de los que a veces desconfío que sean reales. Quizás no son como mi recuerdo me dice que son. Mendoza ya no es algo que tiene que ver con la realidad concreta que me rodea. Cuando vuelvo ni siquiera es la misma que era cuando me fui. Ni ella ni yo somos las mismas. No sé si sólo me quedan recuerdos o invenciones de lo que a mi deseo le gustaría recordar.


Preciosos, preciados y añorados lugares que vivirán siempre en mi memoria emotiva.


Dique El Carrizal.


Río Atuel.


Club Mendoza de Regatas. Parque Gral. San Martín.


Cacheuta


Potrerillos.



Av. Corrientes.


Su nombre —elegido en la primera mitad del siglo XIX— es el de una provincia del noreste argentino, una de las primeras regiones en adherirse a la revolución independentista de mayo de 1810. En 1931 comenzaron las obras para reformar la que entonces era una calle angosta y se reinauguró, ensanchada, seis años más tarde.